Eneritz

La mujer que maravilló a la ciencia moderna.

Todavia resuenan entre las paredes del despacho principal de aquel instituto de enseñanza media los ecos de un grito extraño, agonico, desgarrador y desesperado, de labios del atónito directo que presenció la mas increible transformación que jamas nadie pudo contemplar. Aunque no todos los expertos en la materia se ponen de acuerdo al respecto, una mayoria razonable de ellos coinciden en que la interjección que pudo oir todo el institutofué, más o menos: "sera jopuuuta??".

Todo comenzó catorce años antes. Eneritz, una preciosa niña de dos años, es mordida por su gato Arzallú en el transcurso de un juego inofensivo. Nada hubiera ocurrido si en aquel mismo punto del espacio-tiempo no se hubiera producido la fusión del reactor principal de la central nuclear de Chernobil. Aquella casualidad tendría efectos dramáticos, pero ni la niña, ni por supuesto el gato, dijeron nunca nada al respecto, pese a que poco despues empezaron a manifestarse ciertos cambios en el comportamiento de ambos.

Arzallú se radicalizó aun mas en su defensa del cesto donde dormía, y pronto se entregó a un ritual que consistía en marcar con orina en un circulo de 1 metro de radio alrededor de su cubículo. Aquel extraño comportamiento revelaba, sin lugar a dudas, su intención de reclamar la independencia de su rincón en el salón comedor, hecho que acompañó con un boicot a las buenas relaciones que habia mantenido, hasta entonces, con el resto de los que vivian en la casa. Aquel gato, antaño afable y bonachón, se había convertido en una especie de Garfield con ideologia radical.

Eneritz, por su parte, empezó a ser consciente de ciertos signos anómalos. Primero fueron las uñas: mientras se las estaba pintando con el kit de manicura de la Barbie Abertzale, una de ellas se retrajo de forma involuntaria. Asombrada, trató de concentrarse para conseguir dominar sus uñas retractiles. Se concentró, se concentró profundamente pero lo unico que consiguió fué que se le escapara un pedo mochilero (de esos que forman bolsa en la espalda), hecho que obligo a desalojar el cuarto de juegos durante dos horas.

Más tarde pudo, por fín, dominar sus uñas, y estas se convirtieron en el instrumento de su dominio de la situación en la guarderia, como pudieron comprobar los padres de los otros niños que, dia si dia tambien, se preguntaban al recogerlos si les habian dejado realmente en una guarderia o en la jaula de los leones del zoo de la ciudad.

Tres o cuatro años despues Eneritz experimentó un nuevo sobresalto. La niña habia salido un poquito velluda, la verdad, pero nadie se explica como tardó mas de cuatro años en darse cuenta de que tenía cola. Cola de verdad, no ese recuerdo ancestral en forma de bultito que tenemos al final de la columna vertebral*, sino toda una señora cola.

El caso es que Eneritz se quitó un dia los pantalones del pijama, vio aquella extremidad cubierta de pelo y, tras un rapido analisis de la situacion, exclamo inteligentemente: "Ahivá laostia". Pero aunque era de Bilbo, no era del mismo centro de Bilbo, así que al cabo de un rato razonó y empezó a asumir su nueva realidad: "Uñas retráctiles, cola, no es carnaval... hmmm... aqui pasa algo raro".

Poco a poco fue acumulando experiencias de nuevas sensaciones extrañas. Un dia, por ejemplo, sintió de alguna forma que su amiga Leire la estaba pelando viva. Fué muy extraño, pues la conversación tenia lugar dos filas mas atras, pero ella, sin girar siquiera la cabeza, pudo captar sus palabras claramente: "... si, y se cree la muy tonta que no nos hemos dado cuenta de que se rellena el sujetador con papel higienico... ". La conclusion, aparte de ponerle la cara como un cromo a la presunta amiga, fue que se dió cuenta de que podia mover sus orejas de forma que captaba sonidos con una increible facilidad.

De hecho, sus orejas se volvieron algo picudas, lo que le confirió un aire un tanto friqui que ella trató de disimular depilandose las cejas a lo Ibarretxe y vistiendo habitualmente pijamas azules de cuello a la caja. No es de extrañar que sus compañeros la apodaran la spock.

Otro dia descubrió que podía ver en la oscuridad. Aquella noche se había acostado omitiendo su la visita de rigor al mingitorio, asi que pasadas unas horas y un par de sueños agitados con Brad Pitt de protagonista, eneritz se estaba, literalmente, meando. Se levantó como pudo de la cama, fué al aseo y volvió sin novedad, pero en ese momento observó como su hermano mayor se agitaba con convulsiones ritmicas de velocidad creciente en la litera de arriba: Angelina Jolie, enterada de lo de Brad, se estaba vengando con un cameo en los sueños eroticos de aquel chaval.

Fue entonces cuando se dió cuenta de que veia todo aquello sin necesidad de encender la luz, así que se dirigió al interruptor y lo encendió de repente para comprobar si aquello era cierto, produciendo efectos devastadores: Ella quedo encandilada de forma que no volvio a ver nada hasta pasadas unas horas, su hermano suspendió de golpe las convulsiones para mejor ocasión al tiempo que maldecia en arameo a la culpable de fastidiar tan sublime escena, y la Jolie se dedico a despellejar vivo al Pitt, que se habia quedado alli rezagado, llamandole de todo menos bonito.

Eneritz pudo siempre mantener estas transformaciones en el mas absoluto de los secretos, pues ni siquiera Arzallú le inspiraba ya confianza. De hecho, sospechaba que el pobre animal padecia demencia felina, pues se había empeñado en incorporar a sus posesiones el cajon de arana y el tronco donde se afilaba las uñas.

Pudo, hasta el dia del examen final de literatura. Se ve que la chica no habia estudiado lo suficiente, o quizas que andaba de amoríos y lances varios, pero el caso es que cuando vió el cuestionario del examen supo, como sabe uno las cosas cuando uno sabe que sabe las cosas, que le iban a cascar un cero como la bandera de Japón.

Aunque no era, como ya hemos dicho, del mismo centro de Bilbo, se le puso una mala hostia de estas que traspasaba con la mirada. Y entonces, inexplicablemente, se le erizó el lomo como si se tratara de un pez globo, sacó las uñas, tensó su cuerpo felino y se dirigió amenazadora a doña Virtudes, que vigilaba el examen mirando sobre la montura de sus gafas:

-Seño, que si puedo ir al baño.

-Ve, pero deja aqui esos apuntes.

Descubierta, perdida y acosada, empezó a bufar y a mirar a los compañeros de tal manera que algunos incluso dejaron caer cambiazos y chuletas acongojados como estaba por aquella dificil situación. Pronto toda la clase estaba en pié, las chicas subidas en las mesas, los chicos escondidos tras las sillas, mientras aquella fuerza de la naturaleza amenazaba con formar alli una carnicería.

Finalmente la hinchazón de la espalda reveló su autentica naturaleza y los que allí estaban huyeron despavoridos del tufo inhumano que se adueño de todo ese ala del instituto.

Doña Virtudes, incolume incluso en aquella atmosfera infernal, se dirigió a la fiera en estos terminos:

-Eneritz, vas al director.

Y he aqui que llegada al despacho, se presenta a don Anselmo con las orejas de punta, la mirada intensa, las uñas como una actriz porno, el vello erizado como una... no, claro, que van depiladas, en fin, hecha toda una fiera, y el director la interpela:

-Melendez, otra vez por aqui... Melendez, Melendez. ¿Que ha sido esta vez? ¿Pelea? ¿Te han pillado copiando? ¿Has vuelto a esconder el desfibrilador?

-No, director, doña Virtudes, que me tiene mania.

-Melendez, pero, esas orejas, ese pelo, esos ojos... ¿tu has visto en lo que te estas transformando?.

-Y eso no es nada, don Anselmo, observe esto:

Y en ese preciso momento se produjo la culminación de la metamorfosis de aquella chica, un proceso que se inicio con aquel mordisco de Arzallú en el mismo momento que chernobil se iba al carajo, y que tras largos años de incubación terminó con el surgimiento de un fenomeno espectacular.

Ante los ojos del director, aquellos pelos se transformaron en rastas, las uñas se llenaron de mugre, la cara de friqui se contrajo en una mueca horrible, y lo que hasta entonces habia sido Eneritz Melendez, se revelo, y aquellas letras, revueltas poco a poco cobraron un nuevo sentido en la mente del director: Eneriz Melendez... Melendeneritz...

Y entonces y solo entonces supo la verdad y dijo: "Sera joputaaaa??".

Porque tenia alli, delante suyo, al Melendi, el terror de la aviacion civil.

Su epitafio, del melendi: "Mira, al final termine en una caja negra".

*N. del T.:Hemos comprobado que nueve de cada diez personas que leen esta frase terminan tocandose, inconscientemente, el culo.

Paperback

Desvelamos los secretos del famosisimo Paperback, mas conocido por su seudónimo Edelmiro Pofenas Sansegundo.

Paperback: Una vida dedicada por completo a una pasión: la escritura.

Tras diversos avatares que soslayamos para no perder al publico infantil, paperback vino a nacer en una perdida parroquia del interior de Galicia, una minúscula aldea que por entonces experimentaba una sorprendente expansión demografica, pues en un corto espacio de tiempo se habian producido tres nuevos embarazos. Aquellas preñeces no estaban exentas de polémica, pues los vecinos empezaban a relacionar la coincidencia en el tiempo de aquellas repentinas barrigas, los innegables cuernos que lucían los presuntos padres y las frecuentes visitas de un nuevo cura recien salido del seminario y asignado a la zona por el obispado.

Los rumores llegaron a tal extremo que el pobre curilla tuvo que abandonar sus practicas hasta que finalmente las tres cabras parieron, para tranquilidad de toda la manada de cabritos, quedando demostradas las aptitudes del seminarista como estudiante frustrado de veterinaria. Aquello le dejó tiempo libre para adiestrar a sus jovenes feligresas sobre métodos innovadores y mucho mas satisfactorios para las labores del ordeño, evitando los riesgos que suponian hasta entonces los cuernos de aquellos animales.

Fué en este ambiente campechano donde adquirió Paperback sus primeras letras, que no fueron otras que las correspondientes al pago de su primera bicicleta, letras que tuvo que pagar trabajando con las vacas al salir de clase, lo que tristemente no le dejaba tiempo para disfrutar de la bicicleta. Al reparar en ello, la vendió para pagar parte de las letras, pero hubo de seguir mucho tiempo haciendo de pastor hasta liquidar el resto de la deuda. Ahi fué donde su despierta inteligencia le hizo darse cuenta de que las vacas, por desgracia, no tienen pedales.

Rapidamente destacó en clase, pues incluso cuando estaban todos sentados su gran altura hacia sobresalir su cabeza sobre las del resto de compañeros. Para desgracia, todo sea dicho, de su compañera Angelines Fulánez, ubicada en la banca de detrás, quien se tiró cinco de sus años escolares sin atisbar siquiera la pizarra. Esto hubiera sido trágico para su futura carrera empresarial de no ser por la varicela, cuya llegada causó que paperback faltara un dia a clase, permitiendo que la seño se percatara, perpleja, de que había alguien más por allí atrás. Consciente de la situación, doña Estricta Maria Perez del Capón, que era muy reacia a cambiar las cosas de sitio, resolvió que en lo sucesivo Angelines debía venir a clase con una escalera de mano

Aprendidas las cuatro reglas, a paperback le esperaba el mismo futuro que al resto de su promoción: comprar cosas, firmar letras, cuidar vacas. Pero paperback ya sabia que las vacas no tienen pedales, por lo que resolvió emigrar a la ciudad. Tenia 14 años.

Allí pudo romper con aquel circulo vicioso, pues aunque compró cosas y firmó letras, realmente no habia vacas, asi que se colocó como pudo de vigilante en un aparcamiento para pagar sus deudas. En vez de pastorear vacas, pastoreaba coches, pero, de alguna manera, habia logrado su proposito: los coches si tenian pedales.

Hastiado, abjuró de las letras, y ese fué extrañamente el germen de su obsesión enfermiza por la escritura.

Las largas noches de vigilia en el aparcamiento le proporcionaron tiempo para estudiar, y estudió. Estudió la manera de dedicar aquellas noches a algo más divertido. Prontó descubrió que para conseguirlo debía dejar el trabajo en el aparcamiento, y se lanzó a buscar un trabajo mas gratificante y mejor remunerado.

Con un curriculum tan desastroso como el suyo solo podia dedicarse a una cosa: comercial en una inmobiliaria. El propio mercado de trabajo le decantó hacia aquella salida unica, pues sus intentos de trabajar como director de banco, presidente de uclub de futbol, liberado sindical o alcalde pedáneo requerían algo mas que su desverguenza y su innata carencia de principios morales para ser apto para el cargo.

De esta forma, de pastor de vacas se vió convertido en ejecutivo de ventas de Inmobiliaria Alcontado, S.A., una de las mayores corporaciones locales, donde pudo codearse con lo más selecto de la ciudad: directores de banco, presidentes de club de futbol, liberados sindicales y alcaldes pedaneos. Y descubrió que todos, invariablemente, compartían una aspiración suprema: llegar a ser concejal de urbanismo.

Pronto se contagió de ese deseo, y se dedicó en cuerpo y alma a medrar para conseguirlo. Se entregó por completo a aquella batalla cotidiana de objetivos de ventas, cuotas, comisiones y ascensos, con relativo éxito hasta que se topó con la nueva directora de zona: Angelines Fulánez. Si, la mismisima Angelines Fulánez que habia sacrificado cinco años de su vida mirándole las etiquetas de los jerseys. El habito de utilizar la escalera en el cole la habia convertido en toda una experta trepando, lo que pronto se manifestó en un vertiginoso ascenso por la pirámide de poder de la inmobiliaria.
Y quiso el destino invertir los papeles: ahora tenia a paperback a su merced. Pero lejos de aprovechar aquella oportunidad de vengarse, comprendió que paperback no era culpable de que en su mas tierna infancia, su abuela, hincha radical del Joventut de Badalona, lo inflara despiadadamente a Colacao para hacer de él un pivot de primera clase. Así que le asignó la venta de una promoción de adosados en exclusiva, tarea a la que se entregó con tal convicción que se convenció a si mismo y compró cinco de los viente adosados para especular con la inversión. Aquello agravo su obsesión por la escritura.
Porque en aquel momento preciso instante se pinchó la burbuja, y empezaron a transcurrir los meses sin que paperback pudiera revender aquellas propiedades. Fueron meses de nerviosismo y tension que acrecentaron su obsesion latente, porque se acercaba la fecha y paperback no veia la forma siquiera de deshacerse de aquellos malditos adosados. Se acercaba inexorablemente el dia en que, como materialización de su enfermiza relación de amor y odio con la escritura, se la pondrían delante para firmarla.
Finalmente, paperback se vió condenado de por vida a pagar cinco hipotecas de cinco casas que ni siquiera estaban terminadas. Y volvió al recogimiento y la sencillez mundana de su villorrio, donde pasó el resto de sus dias entregado al ritmo cansino de las cosas de siempre: comprar casas, firmar hipotecas, cuidar vacas.
Su epitafio resume la enseñanza de toda una vida entregada a la escritura:
"las vacas no tienen pedales".

Er Mala Follá.

Nos sumergimos en lo más profundo de la historia del reino nazarí, y casi nos quedamos sin aire en el intento.

Mala Follá vio la luz por primera vez el 10 de enero de 1482, cuando Boabdil el chico (uno de los tres hermanos Boabdil junto con Boabdil el groucho y Boabdil el harpo) tuvo a bien rellenar los quinqués con que se iluminaban los calabozos de la Alhambra de Granada, patria chica de Miguel Rios.

Hasta ese momento fueron diez años de oscuridad en la cárcel donde nació inocente, culpable únicamente de ser hijo de cristianos. Vamos, en principio era solo culpable de eso, pero en diez años tuvo tiempo de hacerse un historial delictivo suficiente como para permanecer encerrado en aquellas sombrías estancias hasta que siglos después apareciera el primer japonés haciendo fotos. Así, al delito de haber nacido cristiano pronto se unieron los delitos de agredir a un guardián con el chupete, de cambiarle el turbante a un guardián por uno de sus pañales con cierto valor añadido, de ofrecerle a otro guardián pastelitos confeccionados con el valor añadido de sus pañales, de amancebarse con un póster de sherezade (si, era muy precoz el nene) o de atarle las puntas de las babuchas a un guardián cuando estaba dormido, resultando en calamonazo contra el adoquinado.

Fueron, pues, esos mismos guardianes quienes rebautizaron a aquel mini-infiel como Al Ah Follá, que traducido al castellano seria "Medio Polvo", y que los cristianos asimilaron e interpretaron como "Mala Follá", aludiendo a la mala leche congénita que tenia el chaval. Lógico, lo de la mala leche, pues como le daban la teta a oscuras nunca se pudo saber si estaba caducada...

Pronto se hizo famoso en los calabozos de la Alhambra de Granada, la misma Granada donde siglos después nacería Miguel Rios, convirtiéndose en el cabecilla de la resistencia interior contra los nazaríes. Su gran inteligencia se plasmó en operaciones de combate que involucraban a toda la zagalería de la cárcel, ora tirándose pedos al paso de los moros, ora eructando simultáneamente antes -y no después- del rancho, ora haciendo bolas con el pan mojado y fabricando con ellas unos rudimentarios caganer con la cara del profeta.

Estas acciones amenazaban seriamente al régimen de Boabdil, por lo que el Mala Follá fue confinado en lo mas alto de una torre de la Alhambra de Granada, famosa patria de Miguel Ríos, desde la que huyó fácilmente haciéndose un parapente con una alfombra abandonada, lanzándose al vacio al grito de "la vín que me ostio". Este episodio sirvió de inspiración más tarde para la historia de la famosa alfombra voladora en las mil y una noches. Pero como por aquellas fechas aun no había nacido Teddy el Autista, nada se pudo hace con respecto a semejante acto de piratería morisca.

Huido y proscrito (proscrito viene a ser como el bollycao, pero sin cromos), para mantener su anonimato se decidió a regentar un bar en el sacromonte, donde se ganaba su sustento friéndoles huevos a los estudiantes. Perdón. Friendo huevos PARA los estudiantes, que a caña y tapa le procuraron pingües beneficios. Pero el bar de tapas no era mas que una tapadera, pues en la trastienda se reunía con los espías castellanos y les daba información vital para su planeada reconquista.

Así, reclutado como espía, se introdujo de nuevo en la la Alhambra de Granada, ¿he mencionado ya lo de Miguel Rios?, disfrazado de gitana, y de esta guisa abordo al propio Boabdil: "paaaaayo, venacá que te lea la maaaaano, que soy mejón adivina que Pedro Soooolbes".

Se desconocen los términos exactos de la predicción que le ofreció a Boabdil, pero es seguro que después de darle la mata de romero y sablearle no menos de 30 rupias, le echó la famosa maldición: "Ajolá te mate tú con la fragoneta", algo de lo que ya Boabdil jamás se repuso.

Gracias a esto la reconquista fue un juego de niños, al estar Boabdil sumido en un estado de congoja crónica desde que oyó las predicciones del MalaFollá. ¿Las capitulaciones de Santa Fé? Una mierda al lado de las predicciones del Malafollá.

Conocido es, por último, el episodio de su encuentro con los reyes católicos, cuando le espetó a la reina Isabel:

-Majestá, uste... ¿Que desodorante usa?.

-¿Yo? pues... Lavanda.

-¿LaBanda? Pues mirese su majestá el sobaco, que se le debe haber muerto un músico.

Se dice que un perdido adoquín de la calle Pedroantonio fue antaño su lápida, pues todavía se puede leer en el:

"Boardí, vas a llorá má que Marco en el día de la madre".

Tu opinion nos importa...

... un bledo, la verdad.

Pero, claro, te estarás preguntando: ¿que es en realidad un Bledo?.

Según la RAE es una "Planta anual de la familia de las Quenopodiáceas, de tallos rastreros, de unos tres decímetros de largo, hojas triangulares de color verde oscuro y flores rojas, muy pequeñas y en racimos axilares".

Francamente, nos hemos quedado de dos piezas al leer esta definicion, al mas puro estilo "biografia alternativa".

¿Que demonios es eso de Que-no-podia-ceas? ¿Una familia de la especie de las estaba-reunida-ceas?

¿Y que decir de los tallos rastreros? ¿Es que le cobran a las hojas por la savia?

Por ultimo, eso de los racimos axilares... ¿Quien es tan rematadamente cerdo como para que le crezcan uvas en los alerones?

Tal parece que la RAE se ha propuesto hacernos competencia desleal, asi que nosotros no vamos a ser menos: estamos dudando entre meternos de okupas en el asiento de la h minuscula o buscarnos otra letra que no sea muda. Algo habrá que hacer.

De momento, cuentanos tu opinion, si eso, que ya veremos que hacer con ella.

Carpe Diem

Es tremendamente dificil relatar una existencia tan larga y prodiga como la de Carpe Diem. Realmente, hemos hecho lo que hemos podido.

Son pocas las referencias historicas disponibles sobre la vida de Carpe Diem, lo que resulta en una biografia llena de lagunas y misterios, como las que hacemos habitualmene, sin ir mas lejos.

Sin embargo, esta gran figura del imperio romano, practicamente desconocida por las masas, es citada en textos clasicos como "Las aventuras de Asterix", donde se le relaciona sentimentalmente con el druida Panoramix, o "Vickie el Vikingo", donde se le incluye en el relato de una singladura por el adriatico, cabalgando sobre una sirena.

Si poco se conoce sobre su vida, nada se sabe sobre su obra, por lo que todos los estudiosos se preguntan por qué cojones se le cita cada vez que se menciona el mundo clásico, si es que el conferenciante lo nombra para hacerse el interesante o si resulta que el tertuliano le saca a colacion para dejar pasmado al resto. Sea como sea, en cualquier sitio y a cualquier hora, cuando estas con gente asi como, ya sabes, pues decir "carpe diem"... como que mola ¿no?.

Menos se sabe aun sobre su procedencia, ascendencia, residencia o existencia, pero la editorial no nos admite biografias con menos de siete parrafos, asi que el resto nos lo tenemos que inventar.

Carpe diem es en realidad, para los que no saben latin, la forma coloquial de Carlos Perez Diez, Emperador. ( Probad a coger las dos primeras letras de cada palabra y vereis como sale... bueno, de carlos hay que coger tres. Si, eso, silabas. En fin, ¿sale o que?. Lo que deciamos. )

Esto viene a resolver el misterio de nuestro personaje, pues Carlos Perez si que fue un conocidisimo emperador romano, autor entre otras cosas del acueducto de Cuenca y de las ruinas del anfiteatro de Merida, en Orense, aunque todo el mundo se pregunta porque hizo ese anfiteatro medio derruido y esos muros derribados, solo por tirarse el moco de ser el constructor de unsas ruinas... ¿no era mas lógico construirlos nuevos? en fin, cosas de romanos.

Existe una version apocrifa, no contrastada, sobre el anfiteatro de merida, en la que el emperador exclamo "Joder, y ahora tengo que levantarme de la siesta para hacer las ruinas de ese anfiteatro de mierda", y de ahi proviene el nombre de la famosa construccion.

Este emperador, metido a constructor, llegó un momento en que se vio agobiado porque los bancos le negaban las hipotecas para todas las ruinas que construia, asi que decidio nacionalizar los bancos y mandar a los cajeros al circo romano, a que fueran pasto de las fieras. Los cajeros, curtidos por el trato con sus clientes, se hicieron fuertes en una boveda con forma de ventanilla, y una vez que se comieron a los leones, eligieron a Maria Purificacion de las Cuentas, la mas espabilada, como enlace sindical para manifestarse ante el emperador con la consigna "A ver Cesar, maripuri te saluda", frase que ha pervivido hasta nuestros dias.

Carlos Perez (Carpe para los amigos) tuvo una dilatada existencia, lo que era costumbre en la epoca (notese, por ejemplo, la larga duracion de Espartaco o Quo Vadis, que sales del cine con el culo dormido de estar tantas horas sentado), en la que tuvo tiempo de repoblar roma con todo tipo de ruinas, a veces derribando obras anteriores, otras construyendolas desde cero.

Llegado al climax de sus empeños constructores, pudo por fin retirarse para dedicarse a la que fue la gran vocacion de su vida: se hizo pocero.En su epitafio reza una inscripcion latina que no hay dios mitológico que la entienda, pero que traduciremos como:

"Campus Sancti Resort: nichos de dos, tres y cuatro metros con magnificas vistas. Informacion llamar al IX II IV VII IX IX II."

¿Quieres una biografia alternativa?

Es facil: solo necesitamos tu nombre; el resto lo ponemos nosotros.

Eso si, si quieres dirigir de alguna manera tu biografia alternativa, danos un maximo de cinco palabras que definan tu nueva vida. Nosotros utilizaremos un maximo de esas cinco palabras para creártela.

Por cierto, esto es gratis, para lo bueno y para lo malo: lo bueno es que tu biografia no te costará un céntimo, lo malo es que como esto no nos da comer, hacemos sólo las biografias que nos apetece, cuando nos apetece y cómo nos apetece.

Si después de leer esto insistes en que te hagamos una nueva biografia, solo tienes que dejar un comentario en esta entrada con tu (nuevo) nombre y, si quieres, un máximo de cinco palabras que te definan.

Tito ceta

Nos asomamos a la historia oculta de este afamado político contemporáneo.

Su partida bautismal ardió, junto con todo lo que había en la iglesia parroquial, en el año del movimiento, 1978 (1978 fue el año del movimiento sísmico que hizo caer uno de los cirios de San Pleonasmo, causando y provocando el incendio que quemó la iglesia). Carecemos, por tanto, de información fidedigna sobre su filiación, pero, de fiarnos de la tradición oral de su familia, hemos de admitir que su verdadero nombre fue José Angelino Ruperto Abad Carmelita de todos los Santos del cielo y la tierra Angustioso y Benemérito Mártir y Redentor Patrono de la Panceta.

Con ese nombre, cuando su madre terminaba de llamarlo para que se lavara las manos ya se le había enfriado la cena. Fueron sus hermanos quienes, como suele ocurrir, fueron limándole silabas a su nombre con el uso, y de esta forma pronto paso a ser redentorpatronodelapanceta, luego tralaralaralarápanceta, después parapánpanceta, y finalmente ceta.

Digno de mención es don Eusebio, su profesor de primaria, el único que recordaba su nombre completo y lo recitaba puntilloso cuando ceta hacia alguna travesura. Quizás por esta razón sus compañeros estaban continuamente azuzándole para que inventara una nueva trastada, para después inculparle y, como resultado, asistir al recitativo del nombre por parte de don Eusebio, lo que a efectos prácticos equivalía a fumarse una hora de clase.

Ceta era y ceta se quedó, cosa que no tendría mayor importancia de no ser por el ceceo que padecía desde pequeño, agravado cuando perdió de golpe todos los dientes de leche en una apuesta: tratábase de averiguar cual de los rapaces aguantaba mas pelotazos sin inmutarse y ceta, a falta de ahorros que apostar, se jugó sus dientes como si fueran un pagaré avalado por el ratoncito perez.

Era, pues, inevitable el descojone cuando decía "vamoz a coged cetas" o el conocido matalenguas "el zuizo ze ha zuizidado". Aparte de esto su acomplejamiento infantil se agrava por el hecho de que a la edad de 8 años aún no tenia mote. Y en el barrio de ceta, si no tenías mote, no eras nadie. Todos en su pandilla lo tenían: pepe el UNICEF (un soberbio ejemplar de hitano con el entrecejo lleno de pelo), manolo el TIRILLAS (no precisa mayor explicación), Susana la REPE (a pesar de ser gemela, no era repe de repetida, sino repe de repelente)... todos excepto ceta, que seguía siendo simplemente el ceta, a secas.

Hubo de ganarse su mote a base de echarle inventiva. El más inmediato era ceta EL ZORRO, y para promocionarlo se dedico a marcar a golpe de bolígrafo con una Z a todo bicho viviente, a la vez que decía "Zoy Zeta el Zooorro". La brillante tentativa quedo frustrada cuando la Z con que decoró la carpeta del Unicef obtuvo como respuesta una piña del quince en todos los morros, que arrasó con su ya mermado capital de dientes de leche.

Fueron varios los intentos sucesivos de motes: “cetapeta”, descartado por motivos políticos, “cetaceo”, mote inspirado por los documentales de la 2 que hubo de abandonar porque ya estaba pillado por su primo Ernesto, un especimen que a sus tiernos doce años pesaba 110 kilos en canal… ninguno habría de tener éxito.

La solución definitiva, su pasaporte de ciudadano de primera entre los golfillos del barrio, llegó por casualidad, como suelen ocurrir estas cosas: su hermana, chica precoz donde las haya, se quedó embarazada como resultado de ciertas maniobras en la ultima fila del cine de verano, y él pasó de repente a ser futuro tito, el tito ceta.

Porque no es lo mismo ser el tío, que ser el tito, que ser el tite. Y ceta fue lo que tenia que ser: el tito ceta.

Es imposible analizar la trayectoria política posterior del tito ceta sin tener en cuenta estos hechos fundamentales que marcaron la niñez de un personaje único, un líder cuya voluntad se ha forjado entre los arrabales del suburbio y le ha proyectado a puestos de la más alta responsabilidad hasta alcanzar la mayoría absoluta en su carrera en pro de la presidencia del partido cetista, del que es el primer (y único) afiliado.

Su carisma y, sobre todo, su capacidad para mover las masas le han llevado a triunfar en su entorno: nadie mueve las masas como él en la panadería donde trabaja.

Estos y otros avatares forman parte de la historia más intima y personal del hombre revelación del espectro político nacional, como a él mismo le gusta llamarse cuando esta a solas y no mira nadie.

Citamos, por último, el epitafio que dejó encargado al cobrador del Ocaso para cuando fuera de necesidad:

"ce nota, ce ciente, er tito e’pesidente."

Tomas Turbado.

Seguramente el psicoanálisis, tal y como lo conocemos hoy en día, no seria nada sin la figura esencial de Tomás Turbado.

Tomás nace en Viena en el seno de una familia de inmigrantes austrohúngaros repatriados de su exilio al país de procedencia en razón de su expulsión tras la adopción de doble nacionalidad por la ley extra comunitaria de reagrupamiento de cuñados putativos, de ahí su ascendencia hispana.

Su formación, elemental, en la academia Watson, consistió en poco más que las cuatro reglas, pues la precariedad de su economía familiar hizo que pronto tuviera que incorporarse a trabajar en las minas. Pudo sobrevivir a aquel duro episodio en su vida gracias a su perseverancia, a su apego a la vida, y al trato que recibía de sus jefes en la fábrica de Faber Castell, donde pronto se hizo un experto rellenando portaminas, ocupación freudiana donde las haya.

Sin embargo su ambición personal hizo que pronto abandonara ese trabajo, entrando a trabajar en la Voll Damm a jornada completa, ocupando el codiciado puesto de catador. Aquella experiencia, lejos de ser amarga, le colmó de satisfacciones hasta el mismo día en que fue despedido porque el número de muestras que tomaba había subido tanto que estaba amenazando con desabastecer de cerveza al mercado local. Fue más o menos por aquellas fechas cuando empezó a cascársela seriamente.

Estar desempleado, sin otra ocupación, sin alicientes, y con un tremendo mono de cerveza hizo que se entregara por completo al onanismo, hasta tal punto que al cabo de unos meses tenía el pene absolutamente deformado, con los dedos marcados como el mango de un scalextric.

Tomás, turbado por su vicio, se convirtió en un individuo solitario y taciturno, frecuentemente emboscado en cualquier esquina a la caza de imágenes femeninas que excitaran su libido y le condujeran al punto en que encendía la minipimer. Esto le llevaba a tremendos estados de abatimiento, posteriores al batimiento, pues en su educación puritana era un precepto que sus poluciones, aparte de ser una cochinada pecaminosa, tenían como consecuencia el reblandecimiento de la espina dorsal.

Ese prejuicio y la aparición de unas molestias lumbares hicieron que resolviera hacerse mirar la espalda por el recién inventado método de Röentgen, pero en su atolondramiento fue a parar a la vecina consulta del doctor Floyd (se pronuncia Fleud), quien aparte de ser un afamado psicoanalista daba su nombre a una completa gama de productos de afeitado. Aquel fue uno de los momentos estelares en el desarrollo del psicoanálisis como ciencia, disciplina, técnica o lo-que-quiera-que-sea.

El doctor Floyd observo un trastorno fundamental en la conducta de Tomas: al mostrarle el primero de los papeles manchados de tinta con los que conseguía que los pacientes dijeran estupideces y así pasaran mas tiempo en su consulta, time's money, Tomás le dijo que era una mujer desnuda. Ocurrió lo mismo con el segundo. Y con el tercero. Y con todos. Así que el doctor concluyo: "Señor, es usted un salido", a lo que respondió Tomás "Salido lo será usted, que solo hace que pintar cochinadas".

Poco a poco fue el doctor acotando el problema con su interrogatorio directo y certero: "Por aquí hay alguien que se hace pajas...", "Alguien de por aquí se la menea a gusto...", hasta que Tomás no tuvo mas salida que abrirle por completo su corazón y confesar lo inconfesable: "Si, doctor, y siempre con la misma mano".

"Aja, joven, ese es el causante de su desviación de columna". Ese era el diagnostico, un momento único de la ciencia. Y mucho más preclaro y lúcido aún fue el tratamiento, que sentaría cátedra y abriría un nuevo camino en la medicina moderna: "En lo sucesivo, macháquesela también con la izquierda".

Queda, pues, desvelada la importancia de Tomás en el posterior desarrollo de la medicina moderna. La vida de Tomás sufrió una enorme transformación, pues el continuado ejercicio de ambos antebrazos le convirtió en un excepcional jugador de futbolín, ocupación en la que destacó rápidamente y que le permitió añadir algo de estabilidad a una vida que, hasta ese momento, había sido bastante agitada.

Su epitafio resume en pocas palabras la labor de toda una vida: "Jopeta, y ahora lo llaman fisioterapia".

Esther Colero.

Esther Colero fue más, mucho mas que una gran nadadora.

Esther fue una nadadora tan precoz que se cuenta de ella que se la podía ver en las ecografías haciéndose largos en el liquido amniótico. Y el hecho es que fue una niña tan espabilada que se cambiaba los pañales ella sola; en la guardería se desenvolvía como pez en el agua, pero donde realmente destacaba era en la piscina de su comunidad donde nadaba incesantemente de la mañana a la tarde, para fastidio de los otros usuarios que con tanta ida y venida de la maldita niña no tenían tiempo ni de orinarse dentro del agua.

Pronto destaco en las competiciones escolares de natación, donde acaparaba medallas y trofeos, de tal forma que en una de las competiciones fue simultáneamente primera y segunda, pues le dio tiempo a completar dos veces los 100 metros antes de que llegara ninguna otra nadadora. No rechazó en absoluto las dos medallas, pues era bastante desahogadilla para estas cosas. Debido a esta faceta de su carácter, tenía menos amigos que el padre de Nemo.

Todo indicaba a que iba a ser una gran campeona, la mejor, la diosa de la natación, hasta aquel fatídico día en que compitió contra Pepita Ponazzo y, ante el asombro de todos, perdió.

Tragándose su orgullo, le pregunto: ¿pero tu que eres, pepita, una extraterrestre, un exalemán-del-este hormonado o que?, a lo que pepita respondio: "No, hija, yo soy puta en Venecia".
Es aquí donde el publico perdió la pista a Esther Colero, donde termina su historia y donde pasa al anonimato de los perdedores. Pero es a partir de este momento donde nace la otra Esther, cuando, sumida en la desesperación, sintiéndose una basura, se arroja de cabeza a un contenedor para quitarse la vida y encuentra algo que cambia de golpe su destino irremediable: el fondo del contenedor, contra el que se metió un tremendo ostiazo.

De resultas del golpe, Esther tomo la decisión de convertir toda aquella basura en algo productivo, nada menos, y dedico su vida por entero al reciclaje. Gracias a ello, al poco tiempo nadaba en la abundancia de desperdicios, rodeada por doquier de basuras de todo tipo, de las que pretendía obtener productos que volvieran a ser útiles para la sociedad de consumo.

Sus primeros intentos de enderezar y volver a rellenar los bricks de leche, de inflar a soplidos las botellas de plástico o de despegar los restos de las cajas de pizza y limpiarlas con toallitas dodot no resultaron mas que en un par de denuncias de sanidad. Pronto se dio cuenta de que tenia que industrializar el proceso, y compro una maquina para enderezar y rellenar los bricks de leche, bombonas de aire comprimido para inflar las botellas y un túnel automatizado de limpieza de cajas de pizza usadas. Sanidad se cebó con ella de nuevo.

Por fin entendió que el reciclaje consistía en otra cosa muy distinta, y decidió pasar del tema y limitarse a buscar cosas valiosas entre la basura, con lo que devino en un caso crónico del síndrome de Diógenes, pero a lo bestia, con naves y naves llenas de basura donde se vió condenada a pasar el resto de sus días.

Destacamos la frase lapidaria que corona su nicho: "Aquí yace una que ya no nada nada".

Alan Bique.

El sueño americano adquiere con Alan Bique una nueva dimensión: la pesadilla americana.

Alan Bique nace en el medio oeste casualmente en el mismo año de su nacimiento. Poco o nada se sabe de sus padres, y en cambio se sabe todo sobre su madre, Lilliam Bique, una conocida prostituta del Saloon de una oscura ciudad de esas de los matojos cruzando sin ningún tipo de precaución por los pasos de peatones. De ella heredo su apellido y su afición por las bebidas espirituosas, con las que a menudo le llenaba el biberón antes de irse al tajo: Alan dormía como un hijoputa.

Alan no tuvo mas infancia que la trastienda del saloon, donde poco a poco fue aprendiendo pequeñas tretas para salir adelante, como ofrecerse a cambiar las herraduras de los caballos de los cowboys, pintarlas y volverselas a vender como amuletos a esos mismos cowboys, o provocar peleas en el saloon para después llevarse unos dólares del enterrador por cada ataúd despachado. Ese camino no tenia mas salida que terminar involucrado en el mundo del crimen, pero como no tenia pasta para hacerse con un revolver, poco a poco se fue introduciendo en el mercado negro de los licores.

En una visita al rancho escuela de la localidad pudo entrar en contacto con el gran jefe Garganta Rasposa, bravo apache reconvertido por el tratado con el hombre blanco a la alta dignidad de limpiador de establos, quien dedicaba sus noches a destilar licores clandestinos. Aquello fue el comienzo de una gran amistad que unió de por vida a Alan con los licores clandestinos: al apache, una vez transmitidas las recetas, le dieron por el culo.

Poco a poco Alan fue reuniendo el material necesario para preparar sus primeros destilados. A falta de uva chardonnay o matas de enebro, Alan recurrió a los ingredientes que la tierra ponía a su disposición: cactáceas, patatas, pólvora, aguarrás... Sus licores pronto se hicieron famosos en toda la región por sus propiedades laxantes y por el colocón garantizado en cada botella. De ahi provienen sus primeras creaciones conocidas: El "bique cosecha del 63" y el "bique crianza a palos".

Cansado de las añadas jóvenes (la del 69 se la dedico a su novia de entonces, por motivos que desconocemos), pronto ambicionó el desarrollo de las grandes reservas, y así entro en contacto con la reserva apache mas cercana para establecer allí la primera sucursal de sus destilerías. Fue así como Escupitajo Colgante, Lechuza Apestosa y Goma Rota, entre otros, se incorporaron como trabajadores a sus destilerías, aportando su conocimiento sobre raros brebajes indios al Know-How de la empresa. Incluso Garganta Rasposa fue rescatado de su indigno trabajo en el rancho de los rostros pálidos para desarrollar tareas mucho mas apropiadas a su verdadero estatus entre los indios: le asignaron la limpieza de las letrinas de la destilería.

El Alan Bique on the rocks llegó a convertirse en símbolo de estatus social: tahúres, alguaciles, vaqueros y todo tipo de maleantes estaban realmente enganchados a la marca, tanto, que si una mañana se levantaban sin su habitual dolor de cabeza, sospechaban que su Bique de la noche anterior era de garrafón. Como rezaba la publicidad de la época: "Tómese su alambique y pronto tendrá la cabeza como un balón de nivea".

Con la comercialización masiva llegó la necesidad de incrementar más y más la producción lo que, ante la escasez de materias primas, obligo al fabricante a incorporar cosas como mosto o agua que adulteraron la putridez natural de sus bebidas. Sus caldos pronto se convirtieron en una verdadera mariconada, lo que le ayudo a conquistar nuevos nichos de mercado.

De todos es conocido el resto de la historia: Como adquirió fama nacional, y como se vio involucrado en asuntos cada vez mas turbios que estuvieron a punto de convertirle en presidente de los estados unidos.

Solo nos resta recordar su conocido epitafio: "Ahora si tengo motivos serios para no levantarme".