Dani, flashbacks de un controlador.

10:00 am. Dani Calles, controlador aereo, se encuentra en un grave dilema. Plantado ante la puerta del garaje se plantea una dificil decisión: hoy es martes, ¿no? y los martes toca el cayenne, pero no parece el mejor dia para salir a la calle con un coche color azul marino efecto perla... mejor el jaguar, que ese verde oliva va bien con este traje de Armani. Pero, no, el jaguar lo saqué ayer, y como los vecinos me vean dos dias seguidos con el mismo coche van a pensar que soy un piojoso... Tal vez el ferrari...

Y mientras estaba en tan serias disquisiciones llegaba a sus oidos el ruido de la cortacésped con la que su jardinero trabajaba parsimoniosamente en la piscina de invitados, con su incesante cantinela "paquete-paqueta, paquete-paqueta...", un sonido que le evocaba aquellos lejanos dias en la escuela...

Y Dani se vió, de repente, ante su escuela infantil, despedido por su tata con un beso de mandil y cofia y un bocadillo de nocilla liado en albal. Dia importante, hoy le toca entrevista con su tutor personal: Se supone que a sus diez añitos debe tener una idea aproximada sobre sus aspiraciones laborales.

-Daniel, su expediente es perfecto, no puedo mas que felicitarle. Puede aspirar a lo que se proponga. Por cierto, ¿no le parece innecesaria la presencia de este señor? Esto es unicamente una tutoria rutinaria, sin mayor trascendencia.

-Cosas de Papá: se empeña en que me acompañe su abogado hasta para ir a hacer pipí. Pepe (al otro), creo que ya puedes irte.

-Como desee.

-Bien, podemos proseguir. Daniel, su expediente es tan perfecto que nos invita a pensar, y no se moleste, que tal vez su padre le haga los deberes.

-¿Papá? ¡Que va! Papá nunca caeria tan bajo. ¡Hacerme él mismo los deberes! ¡Como si no tuvieramos dinero para contratar a una institutriz!

-Entonces, ¿debo suponer que no hace usted sus deberes?

-Mire, mi padre el unico tiempo que dedica a mis estudios es para firmar los talones con que se paga la ampliacion de su colegio. Aunque, logicamente, siempre podria decirle que no lo hiciera, si estas ingerencias desvirtúan mi expediente...

-No, claro, no viene al caso. Era simple curiosidad. En fin, vayamos al grano, ¿Tiene alguna vocación? ¿Sabe ya que quiere ser de mayor?

-Pues quiero hacer lo mismo que Papá.

-¿Y que hace exactamente Papá?

-Pues, nada, pero con clase.

-Comprendo. Llegará usted lejos, Daniel, muy lejos...

El pitido de un taxista sacó a Dani de su ensoñación. El tráfico esa mañana estaba bastante congestionado, la gente discutía, había atasco en todo el centro de la ciudad.

Bah, Dani no comprendia como los coches de la chusma se agolpaban en todos los carriles, cuando era evidente que el carril de la izquierda era solo para coches con mas de 200 caballos... Pero Dani tenia una solucion para todo y lógicamente tambien para el tráfico urbano: cerró sus ventanillas tintadas, subió el volumen de su estéreo y se entregó con deleite a las melodías envolventes de los Bee Gees.

Inclusó, sintiéndose magnánimo, dedicó saludos con la mano a las criaturas que contemplaban su ostentoso vehículo (si, había sido un acierto sacar hoy el Bentley). Saludó a ese feliz taxista que vociferaba con su cliente, al vendedor de clinex del semaforo, a la anciana que amablemente renunció a cruzar por el paso de peatones para que él no tuviera que tocar el freno, incluso al radar fijo de la autovia: hoy queria que su amigo el comandante de tráfico viera lo contento que estaba antes de romper, como siempre, la correpondiente foto y enviarla a la papelera.

Había atasco en la entrada de Barajas. Los taxistas harian hoy su agosto. A su lado, el camión de Danone circulaba a 10 por hora mientras su conductor, impaciente, arrancaba y paraba haciendo sufrir a su cansado motor diesel... ese incesante "paquete-paqueta, paquete-paqueta..." se introdujo en su comodo habitáculo y le hizo pensar, de pronto, en sus dias en la academia cuando se preparaba para ser controlador aéreo...

- Dani, le dijo su compañero Manu, creo que hoy tenemos prácticas...

- Si, Manu, me he estado preparando a conciencia...

- ¿Traes todo?

- Todo, tio. Los dos paquetes de Marlboro, un par de revistas, la nintendo y la baraja de cartas.

- Cojonudo, esta vez nos va a salir de puta madre.

- Ya, pero, joder, a ver si esta vez me toca a mi hacer de enlace sindical.

- Coño, si llevas tres veces en lo que va de mes. Peor es lo mio, que he tenido que hacer dos veces de presidente de Aena. No veas como duelen después las collejas.

- Consuélate, peor sería que te tocara hacer de pasajero.

- Hombre, para eso estan los de primero. Que todavia hay clases, tio...

Tras librarse finalmente del atasco, su Bentley llegó sin mayores novedades a su plaza reservada en el aparcamiento de personal. Tomó nota mental de averiguar si habían despedido finalmente al funcionario que osó quitarle el sitio la semana pasada; se bajó diligente del coche y encaminó sus pasos a la torre de control.

Había jaleo en la terminal. Demasiada gente. Colas en los mostradores. Vaya, un dia prometedor.

En su corto recorrido apreció poco movimiento en las pistas: no había aviones en el aire y el personal de pista estaba bastante relajado... ¿Quien habrá sido hoy, los franceses, el sepla...? Tan solo un avión de Ruinair (¿como se atreverá la chusma a montarse en esos cacharros?) estaba calentado motores con cierta dificultad, produciendo un rítmico "paquete-paqueta, paquete-paqueta" que se colaba incluso a través de sus auriculares haciédole recordar su primer dia de trabajo...

- Entonces, ¿cual es mi sitio?

- Ese de ahi; ahí tiene todo lo necesario para su trabajo: verá que hemos pensado en todo: canal satelite, minibar de uso personal, playstation... cualquier cosa que necesite solo tiene que pedirla a su asistente personal.

- Pues, la verdad, tengo por costumbre tomar un masaje a media mañana.

- No se preocupe, es normal, hay que liberar estrés, porque si no esta jodida responsabilidad nos puede acarrear enfermedades profesionales, aparte lógicamente de las que ya disfrutamos por convenio. Justo aqui al lado tenemos todo lo necesario, incluso sauna, aunque hay que utilizarla por turnos.

- Vaya, eso de los turnos es un inconveniente, pero creo que podré adaptarme... hay que asumir ciertos sacrificios.

- Esa es la actitud, Daniel. Esa es la actitud.

- Oiga, y todo el rollo ese de las tarjetas, monitores y demas... ¿no tendré que encargarme de eso?

- Jajajaaaaa, que va hombre, no se preocupe, eso esta en buenas manos...

Efectivamente, durante años eso habia estado en buenas manos. Tambien hoy lo estaba, como pudo comprobar al llegar finalmente a su comodo puesto en la torre. Mientras le servian su café expreso con zumo natural de manzana y croissants recien hechos, sentado en su sillón, hojeando el Cinco Dias para tomarle el pulso a sus inversiones, le llegaba el relajante y cotidiano "paquete-paqueta, paquete-paqueta" de las limpiadoras en su eficiente trajín cuando, sentadas a los monitores de control, colocaban tarjetas, asignaban pistas y dirigian el tránsito de todos esos aviones cargados de chusma que circulaban por la zona centro.

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